Kuta Beach.

Llegamos a Kuta a las seis de la tarde, tiempo perfecto para instalarse en el hotel, (nos hospedamos en Ayung Putra Hotel) darse una ducha y salir a conocer la vida nocturna de Kuta. Es muy caótico, fiestas, discotecas, restaurantes-bar, tiendas de tatuajes en cada esquina, entre otras cosas. La gente es sumamente amigable y todo es tan diferente a los otros lugares en los que estuvimos en el buen sentido. Al salir del hotel lo primero que vimos fueron la cantidad de imitaciones de marcas como Adidas y Naked, después cuando llegamos a la calle principal todo estaba bullicioso los bares, las discotecas. Estábamos buscando un lugar para cenar y encontramos uno de comida italiana que tenía música de nuestro gusto. Cuando terminamos de comer decidimos seguir caminando hasta que nos animamos a entrar a una discoteca, fue algo bastante divertido porque todo el mundo se hace amigo de ti y la gente es tan amigable, abierta y alegre lo cual lo convierte en un ambiente bonito. No nos quedamos mucho tiempo, volvimos al hotel a dormir.

Al día siguiente bajamos a las ocho de la mañana a desayunar y descubrimos que el hotel no tiene una, sino dos piscinas. Salimos a las diez de la mañana a la playa donde alquilamos dos tablas y nos lanzamos a tomar clases de surf. Error principal si vas a ir a Kuta: es estar en la playa y no tomar clases de surf o si ya lo sabes hacer, no surfear en la playa. Kuta se hizo famosa después de que un surfista estadounidense la recomendara, y así quedo como playa para surfers, así que tienes que probar las olas de esta playa, además de que es sumamente divertido. Pasaron dos horas y decidimos tomar un descanso con nuestro nuevo amigo Eggy un chico al cual lo conocimos en la playa y nos dijo que a las cinco de la tarde de ese dia iba a ver un gran evento en el cual las tortugas bebes del refugio (Bali Sea Turtle Reservation) iban a ser liberadas en el mar por primera vez desde su nacimiento, así que fuimos a comer algo y dar nuestra donación para que nos den un ticket y podamos coger una tortuga y llevarla nosotros mismo al mar, sinceramente esto fue lo que más me gusto y lleno de todo mi viaje, el hecho de saber que estas ayudando y tratando de que estas especies no se extingan.

De quinientas tortugas bebes que se sueltan en el mar solo cinco llegan a mar abierto y de esas cinco solo una sobrevive. Nos dieron las tortugas en una tarrina con un poco de agua y después nos hicieron ponernos en una línea recta y soltar a las tortugas.

Esperamos a que lleguen al mar y nos fuimos a caminar largo yendo a Seminyak para ir a ver el atardecer en algún rooftop, pero ya estaba empezando a bajar el sol así que decidimos quedarnos cerca y poner las telas en la arena a ver el atardecer. De regreso pasamos el por el BeachWalk Mall y entramos para conocer, la estructura es magnífica todo por dentro es gigante, hay un piso que es solo para niños y un área dedicada a un museo. Tomamos un helado y volvimos al hotel a descansar.

Al día siguiente fuimos un rato a la playa donde hay muchos vendedores de artesanías y demás, va a ver un grupo de vendedores que te ofrecerán hacerte tatuajes con henna, no lo recomendaría porque hay mucha gente que ha experimentado ronchas, quemaduras y alergias después de unas horas de llevar la henna tatuada. Volvimos al hotel para disfrutar de la piscina y en una agencia pedimos un taxi para que nos lleve al templo de Tanahlot.

Este templo queda a una hora y esta en una estructura de piedra en el medio del mar. Fue algo bastante único también porque fuimos a donde está el agua sagrada del templo y la bebimos para después ser bendecidos con arroz y una flor que es icónica de Bali. Dice la tradición que según cuanto tiempo quede el arroz pegado a tu frente ese será el tiempo que vivirás.

Al día siguiente quisimos descansar así que nos quedamos en la piscina del hotel y después salimos un rato a caminar por la playa y al volver al hotel armamos nuestras maletas para al día siguiente volar a Hong Kong. En el hotel reservamos un taxi para que nos llevaran al aeropuerto en Denpasar, y así fue como nuestra aventura en Bali termino.

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